¿Cómo podemos reemplazar los dientes perdidos?

Existen básicamente tres formas de reemplazar los dientes perdidos. La primera es con una prótesis removible parcial o total (popularmente conocida como placa). La segunda es con un puente fijo. Esta solución se utiliza generalmente cuando tenemos pocos dientes a reemplazar. Por último, existe la solución de los implantes oseointegrados.

La elección de reemplazar una pieza dental mediante un puente ha sido durante mucho tiempo una de las más populares, y todavía muchos siguen prefiriendo el puente al implante. Un puente es una estructura fija que reemplaza uno o más dientes perdidos utilizando las piezas dentarias vecinas como apoyo.

Unas coronas sobre estas piezas llamadas pilares, soportan a la, o las piezas faltantes (pónticos) que quedan virtualmente sobre la encía simulando ser piezas dentarias naturales. A diferencia de las prótesis dentales removibles, los puentes se cementan definitivamente y no pueden ser retirados de la boca del paciente.

Los puentes pueden ser fabricados con una estructura metálica, que les da resistencia sobre el que se aplica el material estético que generalmente es porcelana. En casos de puentes que reemplazan sólo una o dos piezas dentarias, también se pueden fabricar en porcelana pura logrando una muy buena apariencia.

Los espacios dejados por los dientes faltantes a veces pueden causar que las piezas dentales roten o se desplacen hacia el espacio vacío. Este desbalance causado por los dientes perdidos puede también conllevar a problemas periodontales (encías) y de la articulación temporomandibular (ATM) por ello es conveniente que estos vacíos se llenen. Los puentes pueden ser una buena solución a estos casos, aunque también se puede optar por los implantes, como ya hemos comentado en artículos anteriores.

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